Uno de los grandes sueños de las grandes cadenas es lograr en un futuro cercano la automatización total del checkout con el objetivo de acelerar el proceso de cobranza y, al mismo tiempo, disminuir costos de personal.
Una idea que, si bien crece en muchos países, encuentra un gran número trabas. Las principales: una tecnología no infalible y una cultura de compras aún no habituada.
En este artículo de la BBC, «The unpopular rise of self checkouts and how to fix them», se desarrolla un muy interesante análisis de los diversos inconvenientes de la tecnología, las quejas y los cambios culturales asociados a la misma.